Esta semana he comenzado a impartir las clases correspondiente a mi unidad didáctica sobre bioética.
Planteadas a través del debate y la participación de los alumnos, veo un claro avance en los mismos. El miedo a la equivocación y la timidez van desapareciendo en la mayoría. Observo cómo se abren a nuevas perspectivas (cambia su primera opinión conforme avanza la clase) e incluso esperan al final de la clase para continuar el debate conmigo. Sin duda, descubro buena actitud por medio de la metodología impartida. Descubro mis defectos, tales como mantener el orden y hacer que respeten el turno de cada uno de ellos.
A su vez, sigo realizando las clases de 1ºESO. Descubro que con atención, respeto y cariño, los alumnos menos motivados comienzan a dar frutos y a avanzar en sus tareas con más ganas. La psicología es sin duda una parte imprescindible de la enseñanza.