Similar a la anterior entrada, ésta voy a dedicarla a daros consejos para realizar una redacción de filosofía.
Ésta es quizás la parte más complicada del examen o la que más miedo nos da. En la redacción tenemos que mostrar todos nuestros conocimientos sobre el filósofo en cuestión de manera cohesionada y coherente.
Es muy importante que leamos con atención la propuesta que se nos presenta. Leída ésta, os recomiendo que hagáis un pequeño esquema de los conceptos que creéis que debéis exponer. Los conceptos deben de estar ligados. Los distintos párrafos tienen que tener relación entre ellos, si no lo tienen, no mostraréis una parte esencial a la hora de puntuar, que es saber organizar y asociar los conceptos.
Ésta es quizás la parte más complicada del examen o la que más miedo nos da. En la redacción tenemos que mostrar todos nuestros conocimientos sobre el filósofo en cuestión de manera cohesionada y coherente.
Es muy importante que leamos con atención la propuesta que se nos presenta. Leída ésta, os recomiendo que hagáis un pequeño esquema de los conceptos que creéis que debéis exponer. Los conceptos deben de estar ligados. Los distintos párrafos tienen que tener relación entre ellos, si no lo tienen, no mostraréis una parte esencial a la hora de puntuar, que es saber organizar y asociar los conceptos.
Como sabemos, una redacción consta de tres partes:
- Introducción
- Desarrollo
- Conclusión
En cuanto a la introducción, se trata de un párrafo breve donde se presenta el problema filosófico y, obviamente, el filósofo a tratar y su contextualización.
En el desarrollo debemos exponer el tema. El desarrollo es la parte más compleja. En ella tenemos que demostrar que dominamos toda la filosofía de Simone de Beauvoir pero sin salirnos en ningún momento del tema que nos piden que desarrollemos, por lo que habrá conceptos que no tendremos que describir en profundidad. Recurrir al tema propuesto siempre que veamos oportunidad para mostrar que sabemos ligar los todos los conceptos.
Expuesto el contenido, es necesario que hablemos brevemente sobre la filósofa, la corriente filosófica a la que pertenece y a su contexto. Es muy importante que situéis al filósofo en su contexto y si sabemos los precedentes del problema, las causas y sus consecuencias, ¡mucho mejor! Así demostraremos nuestro interés y cómo comprendemos el tema expuesto no sólo en el filósofo, sino en su propia historia.
Utiliza constantemente los conectores argumentativos para enlazar los párrafos con otros para así mostrar qué relación hay entre ellos y cómo se encadenan. Se seguimos un orden correcto, la conclusión será muy sencilla de expresar.
Utiliza constantemente los conectores argumentativos para enlazar los párrafos con otros para así mostrar qué relación hay entre ellos y cómo se encadenan. Se seguimos un orden correcto, la conclusión será muy sencilla de expresar.
Finalmente, la conclusión es un resumen del tema principal que hemos desarrollado. Os recomiendo que pongáis todo vuestro entusiasmo en esta parte. Cuanto más original sea, más puntuación obtendréis (recordad que leemos cientas de redacciones de un mismo tema, y los correctores ¡miles!). Debéis aclarar la cuestión propuesta. Podéis añadir también una sutil opinión personal, por ejemplo, con frases como "en mi opinión", "considero que", etc., pero no olvidéis ser formales en este punto (la informalidad pierde muchos puntos en los exámenes de selectividad).
Lo más importante a la hora de hacer una redacción ordenada, coherente, cohesionada y, a poder ser, original. Por otra parte, es esencial que no nos salgamos del tema. Si comenzamos a darle más importancia a otros conceptos u olvidamos cual es el tema principal, la redacción no contará tanto.
Una recomendación personal es poner sentimiento, pero sin pasarse de sentimentalismo. Recordad que no estamos escribiendo una novela ni una redacción de nuestras vacaciones. Se trata de un texto que debe ser objetivo desde un principio, pero dejando entrever, al menos en la conclusión, vuestra opinión.
¡Recordad la ortografía! Sabéis que somos muy estrictos con este tema, sea la asignatura que sea. Os recomiendo leer mucho para mejorar este aspecto. Si lo hacéis, ni siquiera dudáis de si una palabra se escribe o no sin "h" o si lleva acento o no.
Espero que os haya servido este entrada y os haya aclarado algunas dudas. Igualmente, en los comentarios podéis preguntar lo que queráis y podéis mandarme vuestras redacciones a mi email (laura.caparros@goumh.umh.es) para que les eche un ojo.
¡Ánimo! Juntos superaremos el miedo al folio en blanco.
Lo más importante a la hora de hacer una redacción ordenada, coherente, cohesionada y, a poder ser, original. Por otra parte, es esencial que no nos salgamos del tema. Si comenzamos a darle más importancia a otros conceptos u olvidamos cual es el tema principal, la redacción no contará tanto.
Una recomendación personal es poner sentimiento, pero sin pasarse de sentimentalismo. Recordad que no estamos escribiendo una novela ni una redacción de nuestras vacaciones. Se trata de un texto que debe ser objetivo desde un principio, pero dejando entrever, al menos en la conclusión, vuestra opinión.
¡Recordad la ortografía! Sabéis que somos muy estrictos con este tema, sea la asignatura que sea. Os recomiendo leer mucho para mejorar este aspecto. Si lo hacéis, ni siquiera dudáis de si una palabra se escribe o no sin "h" o si lleva acento o no.
Espero que os haya servido este entrada y os haya aclarado algunas dudas. Igualmente, en los comentarios podéis preguntar lo que queráis y podéis mandarme vuestras redacciones a mi email (laura.caparros@goumh.umh.es) para que les eche un ojo.
¡Ánimo! Juntos superaremos el miedo al folio en blanco.
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